miércoles, diciembre 26, 2012


Eres mi primera maravilla del mundo.

No me puedo acostumbrar
a dejar de mirar tus ojos
y ver en ellos el reflejo
de todo el amor que en ellos había.

Si ahora pudiese leer
de tus labios un te quiero
sería la estrella
que más iluminaría todo el firmamento.

Entregué mi amor, mi alma
y todos mis sentimientos
y solo fui una gota de agua
en ese inmenso mar desierto.

Por la mañana amanece
pero ya no florece
 queda un marchito corazón
roto por tanto dolor.


Soñaba que tú me querías
soñaba que era verdad
solo el amanecer
me regresó a la realidad...

 


NADIE TE VE
 
Nadie te ve, mujer enamorada,
como te he visto yo, como aún te veo,
desbordante de luz, y engalanada
del atavío rojo del deseo.
 
Nadie te ve, mujer, porque te ocultas
bajo semblante de serena calma;
mas yo ví las borrascas que sepultas
en los fondos recónditos del alma.
 
Nadie te ve, mujer, tal como eres,
te ven como deseas que te vean:
Sobria en derechos, rígida en deberes,
y principios que nunca titubean.
 
Nadie te ve impulsiva y soñadora
como te ví, como te amé aquel día
en que olvidaste el porte de señora
para estallar en fiera fantasía.
 
Nadie ve el natural voluptuoso
bajo el marco social encadenado,
ni los hijos, los padres, o el esposo
que existen, más que viven, a tu lado.
 
Pero yo he visto en la naturaleza
volcanes que juzgamos extinguidos,
y un día su furor se despereza,
en orgía de fuego y estallidos.
 
Y quienes a su sombra establecieron
sus campos de cultivo y sus poblados,
lamentarán que nunca percibieron
esa voz que clamó a gritos callados.

Texto de Francisco Álvarez Hidalgo



Quién no busca un amor
cuando se enfrenta a la soledad
quién no sueña despierto
y cierra sus ojos a la realidad
quién es del todo feliz
y no pasó alguna noche sin dormir
por algún amor o alguna ilusión.
Quién no estrecha una mano
cuando le ofrecen algo más que amistad
quién no ha escrito jamás
una carta de amor
que no se atreve a mandar
quién no importa la edad
no tuvo un romance
en un rincón de un pórtal
y amó bajo el manto
de la oscuridad.

Tarde o temprano
algún sueño se cumple
y pasan los días
sin que el cielo se nuble
tarde o temprano
hay alguna razón
para abrir el corazón.

Quién si es suyo el error
no llama a quien ama y le pide perdón
quién lo le falto el valor
colgó el teléfono al oir su voz
quién nunca lloró por algo
o por alguien que no pudo alcanzar
quién no es capaz de perdonar.

Tarde o temprano
algún sueño se cumple
y pasan los días
sin que el cielo se nuble
tarde o temprano
hay alguna razón
para abrir el corazón.